Es un compositor que ha permanecido un tanto olvidado en el País Vasco, quizá por tener un lenguaje diferente a lo que se demandaba en la época. Tendió a un lenguaje más postromántico huyendo del folklorismo. Nació en un entorno privilegiado familiarmente lo que le permitió realizar la música que el quería sin necesitar de ningún apoyo económico. La escasa bibliografía que hay sobre su figura le da un aspecto de autor un tanto misterioso que ahonda en la imagen de genio romántico.
Nació en Bilbao en 1890. Inicia sus estudios musicales a temprana edad destacando como pianista. Desconocemos como se inicia en el estudio de la composición si bien con 18 años, estrena con gran éxito su sonata para piano en mi menor y el cuarteto de cuerda en la Sociedad Filarmónica de Bilbao. Probablemente, los dos conciertos que la Orquesta Filarmónica de Berlín, ofreció en Bilbao en 1908, bajo la batuta del gran compositor Richard Strauss tuvieron gran importancia en su ya meditada decisión de ir a estudiar a Alemania. Finalizado el bachillerato se traslada a Berlín, donde estudia composición y piano.
Al estallar la 1ª Guerra Mundial abandona Alemania y adquiere la casa palacio de verano de su abuelo, a la que el pintor Berroeta le dedica el cuadro “Vista del Abra desde Algorta” que podemos disfrutar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Allí pasara sus últimos años escribiendo y componiendo.
Escucharemos :
- Berceuse trágica para violín y orquesta op. 22 nº1
- Zarufha op. 12
- Las hormigas en el entierro del Carabuis Aureus.
- “Adagio de la Sinfonía nº2 en Sol menor óp. 23
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